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Un renacimiento indígena, con una cosmovisión muy destacada: el “Vivir Bien”, en especial con la Pachamama, o la Madre Tierra, que debe ser liberada de las cadenas del Capitalismo, el lujo del Consumismo y de la cultura de la muerte. Los pueblos indígenas son parte de la vanguardia de la defensa de la Naturaleza y de la vida. Además, las raíces culturales Andina y Amazónica, luego del ataque europeo de cinco siglos, se levantan emancipadas de la cultura occidental.
-El proceso de Socialismo del Siglo XXI, que en general es definido en forma negativa: anti-imperialista y anti-capitalista. Hay, digámoslo de una vez por todas, cierto vacío teórico que invita a “crearlo”, permitiendo así no depender de experiencias pasadas, y reelaborar una teoría nueva: es interesante destacar que este socialismo no es ateo por definición.
Alejados de las cosmovisiones de occidente y del materialismo europeizante, el “socialismo del siglo XXI” enunciado por estos procesos populares, toma justamente su denominación de la búsqueda de construir una sociedad radicalmente más justa y equilibrada sin retomar caminos ni reflotar doctrinas que han significado un estrepitoso fracaso para las aspiraciones revolucionarias de los pueblos del mundo.
Estos dos procesos se identifican también culturalmente con el proyecto de la Revolución Islámica en Irán. Esta última, anclada en una espiritualidad que nace con el hombre mismo, reivindica con el mensaje de su fundador, el Imam Jomeini, la lucha de todos los oprimidos del mundo. Además, posee en su mensaje la excelencia de la espiritualidad por sobre cualquier otra cualidad en el hombre. Dijo el imam Jomeini: “Nuestra gran Revolución Islámica es más bien una revolución moral y espiritual que política y social.”
Vemos cómo la revolución islámica, se refugia en la tradición de todos los Profetas y Mensajeros de Dios, quienes emancipan y liberan a los hombres de los males del politeísmo social, la opresión y la explotación en cualquiera de sus formas. Los Profetas inculcaban el amor a Dios y la afirmación de Su unidad para liberar a los hombres de la perversión moral y de la injusticia, consecuencia del politeísmo que Occidente ha establecido.